Madre de Guadalupe

Madre de Guadalupe

domingo, 26 de febrero de 2017

CON DINERO NO COMPRAMOS EL REINO


Evangelio de este Domingo 26 de febrero VIII del TIEMPO ORDINARIO
MT 6,24-34

Con este evangelio, Terminamos el llamado litúrgicamente, tiempo durante el año. La semana próxima comenzamos la Cuaresma.


En esta ocasión, el Señor nos enseña como maestro, mas criterios y valores del Reino.


Qué lugar darle al dinero. Que no sea un absoluto en mi vida, ignorando a  los demás.


Porque no es de cristianos, ponerlo en primer lugar.

Sino, ganarlo para el sustento, con honestidad y esfuerzo.
No es de cristianos, dejarnos confundir o anestesiar, por la ansiedad de "tener".
sino aprender a vivir con lo necesario.
No es de cristianos, ser insensibles a las necesidades del otro.
sino, estar atentos a quienes mas marginados y excluidos están.
No es de cristianos, pertenecer o alentar estructuras de poder, que aplasten a unos y beneficien a otros.
sino denunciar la injusticia y desigualdad social y de derechos.
No es de cristianos, vivir egoístamente, pensando en acumular dinero y riqueza para mí solo.
Sino, dar una mano a quien nada tiene o no tiene medios para conseguirlo.

Tampoco es de un ciudadano del reino, el andar preocupado, inquieto, agobiado por cosas que no puedo manejar.

Dejar en manos de Dios, que es Padre y Madre a la vez, aquello que escapa de mi control. Como son la enfermedad, la muerte, el futuro etc. 
Ejercitar y aprender la confianza, en la ternura materna de Dios y saberme protegido por su paternidad. Para que entonces, mi vida tenga un gran alivio y paz.
No preocuparme mas por lo que no podré cambiar, sino ocuparme sencillamente de mi vida, trabajo, familia, afectos.

Porque SI es de cristianos una confianza atenta y realista . Construida y vivida con Dios como centro y fuente de mi vida. Un dios que no controla mi libertad sino, que está presente amorosamente como fuente inagotable , dando sentido profundo a mi diario vivir.



domingo, 19 de febrero de 2017

AMOR ESCANDALOSO




Evangelio del Domingo 19 de febrero VII del TIEMPO ORDINARIO
MT 5,38-48

El texto que reflexionamos este domingo nos invita a realizar varias acciones concretas que son la parte práctica del evangelio de las bienaventuranzas  leido domingos anteriores: dar a quien nos pida, mantenernos firmes, íntegros y con fortaleza cuando nos golpean, acompañar a alguien en su camino…Su lenguaje es escandaloso y sorprendente.

Yo, en cambio, les digo: amen a sus enemigos y oren por los que los persiguen».

Quien se sienta hijo de ese Dios no ha de vivir en este mundo  con odio ni destrucción de nadie.Cuando Jesús habla del amor al enemigo no está pidiendo que alimentemos en nosotros sentimientos de afecto, simpatía o cariño hacia quien nos hace mal. El enemigo sigue siendo alguien del que podemos esperar daño, y difícilmente pueden cambiar los sentimientos de nuestro corazón.

Amar al enemigo significa, antes que nada, no hacerle mal, no buscar ni desear hacerle daño. No esta mal si no sentimos amor o afecto hacia él. Es natural que nos sintamos heridos o humillados. No debemos seguir alimentando odio y sed de venganza.
No tenemos que juzgar a nadie desde fuera. Solo Dios nos comprende y perdona de manera incondicional, incluso cuando no somos capaces de perdonar.
Dios me ama no porque yo sea bueno sino porque él es bueno.
 Dios no ama a los buenos, sino que Él ama infinitamente a todos. De la misma manera, el amor que yo tengo a los demás, no puede estar originado ni condicionado por lo que el otro es o tiene, sino por la calidad de mi propio ser.
 El amor no es respuesta para corresponder a las acciones o cualidades del otro.

domingo, 12 de febrero de 2017

EL AMOR NOS HACE HUMANOS



Evangelio del Domingo 12 de febrero VI del TIEMPO ORDINARIO
MT 5,17-37

En el Reino de Dios que vino a anunciar Jesús, la mejor ley es el Amor. Esta es la Buena Noticia para nuestra vida.
No quiere decir que no cumplamos los mandamientos sino, que los superemos.
No tiene que haber una ley, que me indique cómo proceder en todo momento. Mi deber de cristiano es dar más de lo que se me pide. Superarme.
 Porque entonces, de nada vale golpearme el pecho, ir a misa, comulgar, "cumplir " los rituales religiosos, si soy indiferente al del lado y no me importa lo que le pase. Si estoy enojado con alguien, antes de comulgar, tengo que pedirle perdón. Si mi vecino pasa necesidades, antes de poner dinero en la colecta, tengo que ayudarlo. Ir más allá del deber, es la clave de la vida Cristiana y del seguimiento de Jesús.
 Ir a lo hondo de nuestra esencia, vivir lo que estamos llamados a vivir: la vocación de Ser Humano. Ahí nos damos cuenta que Dios nos quiere a todos por igual como hijos e hijas,es decir HERMANOS entre nosotros.
SALIR DE NOSOTROS MISMOS, nos pone al servicio de la paz y  justicia, del cuidado de la Creación, de la atención a quienes más lo necesitan. Nos lleva a buscar la igualdad, a denunciar la exclusión, a alimentar nuestra humanidad.
 Empezando por el día a día, por las relaciones cotidianas, por aquello que está en nuestra mano y que a veces, por dejadez, no hacemos.
Si ignoramos a quien está a nuestro lado, nuestra relación con Dios no está funcionando.
Jesús está buscando abrirse camino entre nosotros para hacer un mundo más humano.
Los mandamientos y leyes van a limitar nuestra capacidad interior, de abrirnos al Amor verdadero.